jueves, abril 03, 2014

La gracia


Mi hermana, Tammy, recién se mudó abajo de mi casa y como parte de la bonanza la he acompañado a hacer una “suerte” de diligencias. Ayer precisamente, la viejita que reside frente a la escuela de nuestros hijos (ambos van a la misma escuela- parte de la bonanza) le regaló una lámpara vintage que formará parte de su sala. Ese mismo día la acompañé y fui testigo de cómo por errores de publicidad le vendieron un horno tostador por la mitad del precio de venta, para completar ella insistió en que le procesaran un cupón de descuento que para sorpresa del cajero, le otorgó 10$ adicionales de descuento de la venta final. Finalmente fue a comprar una nevera de la que le rebajaron 50$.

Curiosamente ella le atribuye su fortuna a haber pisado mierda de perro justo antes de recibir la lámpara de regalo. Esa cuestión de la casualidad o causalidad (como le gusta llamarla a unos tantos) nos resulta muy compleja… Dios, bendiciones, promesas, hechizos o simplemente mierda de perro…. El azar se viste de muchas, muchas formas.

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