lunes, junio 17, 2013

por eso de celebrar los padres



10 de marzo de 2000

Padre querido:

            Anoche tuve un sueño. Soñé que me preguntaban cosas de ti. Entre muchas de las cosas que dije, comencé a llorar. Así de pronto, terminé hablando contigo y te dije:

“De todas las personas que he conocido, ninguna me ha hecho sentir como tú. Fuiste quien único me hizo sentir mágica cuando chiquita y mi niñez fue feliz, gracias a ti. Eres cada razón para ser quien soy; y cada cosa que hago bien, la hago para que te sientas orgulloso de mí, pues yo me siento súper orgullosa de ti y todo lo que siento, vivo y pienso te lo debo a ti. Tú siempre me escuchaste y jugaste conmigo y me amaste de la mejor manera que un padre podía amar: nunca me maltrataste, nunca me hiciste sentir mal por nada, jamás te desquitaste conmigo y me cuidabas y protegías. Eres el mejor ser humano que he conocido; ¡porque eres bueno de verdad: jamás sientas vergüenza y jamás te sientas vacío o incompleto, pues eres la persona más llena de Dios, de amor y de vida que he conocido! Jamás sabré cómo agradecerte todo lo que has hecho por mí. Y cada día lamento con mucha vergüenza cada dolor de cabeza que pude haberte hecho pasar y cada preocupación. Y sólo quiero que sepas, que estés bien seguro, que te quiero, te adoro y siempre pienso en ti.”

(En realidad por la emoción le añadí un poco a las palabras del sueño... pero es para que lo entiendas bien).

Alexandra Pagán Vélez

No hay comentarios.: