domingo, enero 03, 2016

La vida está en la tensión de una línea

“La vida está en el alambre, el resto está a la espera.”
Karl Wallenda



Como Karl Wallenda, él 73, yo, 37
22 de marzo de 1978
yo había nacido ya
18 de enero de ese mismo año
que siempre me parece maravilloso
yo, ajenísima de él
él enajenado de la posibilidad siquiera de que,
acabados de cumplir los 2 meses,
mientras él caía, yo lloraba
se balancea
en ese intersticio entre los mundos
ese puente aireado entre gigantes
ese deseo de cruzar
esa dependencia a la tensión 
esa dependencia a la rectitud 
la línea
Karl Wallenda y el viento
Karl Wallenda y la gente que tomó sus infortunadas fotos últimas
Véanlas: él camina con cierta gracia que se ve interrumpida
nefastas caricias del viento
él mordió algo parecido al destino
tensó la mandíbula para aguantarse por dentro
vean ese espanto en su rostro
mientras agarraba su vara
y caía de espaldas
a esa realidad dura del suelo

Esa línea: siento la misma necesidad de cruzarla
Karl Wallenda cayó y cuando corro
miro el suelo preguntándome
¿dónde habrá caído Wallenda?
A lo lejos el mar
El viento
¿será el mismo?

Su nieto, Nikolas, nació después que yo
un año y 6 días después: 22 de enero de 1979
Karl Wallenda había nacido el 21 de enero de 1905
mi hijo Nicolás
se llama así por un cubano, en ese momento no intuía
la importancia del linaje Wallenda
la sincronía de ese día: 22 de marzo de 1978
y este día, hoy: 3 de enero de 2016
un poco más de 37 años
(Cuando Karl Wallenda murió tenía un poco más de 73)
me veo balanceándome
arrullándome el viento
ese viento

el mismo



Fotos @ Gary Williams/ El Nuevo Día

Fotos @ Gary Williams/ El Nuevo Día

Fotos @ Gary Williams/ El Nuevo Día

2 comentarios:

Cyn Obe dijo...




superbe!

Yarisa Colón Torres dijo...

"tensó la mandíbula para aguantarse por dentro" Ay! Poderoso, tu poema. Gracias.