
Todos mis amigos en algún momento me han
dicho qué quiere que se haga con su cadáver y he hecho más o menos una sinopsis
de esto. Cada manera de disponer del
propio cadáver refleja en un sentido somero la propia personalidad, así como
las creencias metafísicas. Lo dividiré
de manera sencilla:
Los tradicionales- A estos le interesa que sus
restos yazcan al lado de su madre, padre, esposo en un cementerio
“familiar”. Aunque no consideran
seriamente el proceso del velorio, sí desean ser velados en alguna funeraria y
que todos sus familiares le den el último adiós.
Los dadivosos- Quieren que cada uno
de sus órganos sean donados a alguien que los necesite o a la Ciencia para que
experimente con ellos, tal vez a una escuela de Medicina para que los
estudiantes practiquen o algo por estilo.
El propósito: reciclar su cuerpo que no llene un cubo de cemento sin
utilidad. Lo que ocurra después con su
cadáver no les importa tanto siempre y cuando se asegure que serán utilizados
para algo provechoso para la humanidad.
Los anti-gusanos- Ante la persistencia de la individualidad hay
quienes se asquean de la idea de que su cuerpo sea consumido por gusanos y
demás sabandijas, así que éstos prefieren ser cremados. Lo que se hagan con sus cenizas es a la vez
una subdivisión dentro de este grupo:
1.
los viajeros- quieren que sus cenizas sean arrojadas por un
helicóptero al viento o sean arrojadas en alta mar para que viaje a donde en
vida no pudo hacerlo.
2.
los agrícolas- quieren que sus cenizas sirvan de abono para
algún árbol o planta, así que sus cenizas deben ser colocadas en las raíces de
la planta de su predilección.
3.
los persistentes- quieren
que sus cenizas sean colocadas en la parte de la casa favorita y permanecer
“cerca” de sus familiares o seres queridos.
4.
los galácticos- quieren que sus cenizas lleguen a la luna o
alguna estación rusa en bancarrota.
5.
los sanitarios- quieren un viaje urbano, que los tiren por el
inodoro, de esta forma viajan por toda la ciudad y si tienen suerte (no sé si
mala o buena) pueden terminar en un río y luego en el mar
Los naturales- Ante la creencia del ciclo de la vida a los
naturales no le gusta pensar en nada que no sea el flujo habitual de las cosas,
así que quieren que sus restos sean enterrados desnudos, sin ataúd en medio de
un campo o monte, hay quienes son tan determinados que aseguran que comprarán
el terreno para asegurarse así de que serán enterrados como “Dios manda”.
Los dionisiacos- Como a todos nos queda algo de romanos,
hay quienes siguen las tendencias del culto a Dionisio (el dios del vino y
festejo) y quieren que sus restos sean velados en medio de un gran festejo, con
música y bebida. Estos son los que casi
siempre dicen “No me lloren” y todo ese tipo de cosas. Puede ser que sean dadivosos, naturales o
tradicionales; pero lo más importantes es que son “partiseros” y quieren ser
siempre recordados con alegría.
Los poéticos- Siguen la tendencia estilo Dionisio, pero
quieren en su velorio una bohemia, con poesía; donde preferiblemente se lean
sus poemas y que se regale algo personal, como libros, mechones de pelo, fotos,
pinturas y detalles personales a los más amados. Por lo general, los de este grupo prefieren
ser cremados, pero lo que más les importa es que el último adiós sea emotivo e
inolvidable.
Los
vanidosos- A ellos (aunque la
mayoría son féminas) no les gusta imaginarse estar desarreglados ante la vista
de quienes le vayan a dar el último adiós.
Así que exigen que sean peinados, maquillados y arregladas sus uñas de
acuerdo a unas directrices particulares.
“Aunque muerta, siempre regia”, es su lema.
Los “tales from the cript”- Este grupo es bastante reducido y se
limita a los que tienen sentido del humor oscuro y tenebroso. Quieren que sus restos sean disecados y
colocados como una gárgola encima de su casa o en alguna esquina de la sala. Que sea legal o ilegal esta práctica es
todavía cuestionable.
Los Jackson-Disney- A quién no le gustaría ser eterno, de ahí
tanta bobera con los vampiros, la fuente de la juventud, el botox y
viagra... Pues los de este grupo (que
también son una minoría pues deben tener cantidades exorbitantes de dinero,
conexiones y un buen testamento) quieren vivir para siempre, así que quieren de
que su cadáver sea congelado para que luego a la postre, cuando lo puedan
revivir y haya la cura para su mal sean reanimados y a ver qué pasa... Son las
momias del nuevo milenio.
Seguramente hay más opciones para disponer
de nuestros cadáveres... otro de los
detallitos que nos separan del resto de las especies, la necesidad de tener el
control eterno de nuestras extremidades.
Pero alejándonos del humor negro les invito mejor a que se pregunten qué
harán con su cuerpo mientras esté con vida.
De todas maneras les aconsejo un testamento o algo, pues a fin de
cuentas lo que sucederá con nuestros cadáveres dependerá de nuestros parientes
cercanos. Así que ya basta, no me
interesa saber qué quieren hacer con su cadáver... yo no puedo hacer nada...
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