viernes, febrero 24, 2017

Llámame Candela

el enamoramiento que tengo con la UPR se remonta a cuando acompañaba a mi hermana a CORA, y luego cuando íbamos cuando estaba CROEM, así llegué al RUM, luego a UPRRP y digo que cuando estoy allí me siento en mi casa, una casa rara porque a veces me siento que tengo que luchar por ser aceptada como parte de, debido a mi estatus de ser empleada por contrato, pero la siento parte de mí, con derecho a amarla, a compartírsela a todo el mundo y a mis hijos, con el deber de protegerla, en todos los sentidos, la amo, como nunca he amado un espacio en mi vida, como nunca he amado una experiencia

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1 comentario:

Shirley dijo...

Me siento exactamente igual. La UPR ofrece una diversidad de experiencias que sin duda nos hacen seres diferentes, de manera sustancial. Un antes y un después muy marcado.