leo esto en el "día de las madres" y no me queda sino pensar en la tragedia de la madre que la sobrevive y toda la injusticia que ha sufrido, tanto juicio contra ella, y contra la niña de 13 años, me recuerdo al "niño Lorenzo" porque se subraya eso de que son niñxs, en el caso de ella para destacar diferencias de edades, negligencias, pero ha muerto y no hay castigo que cambie eso, lo que sí se pueden cambiar son las posibilidades: que nadie vea como una posibilidad el violentar a una mujer para salvar su honor, que nadie vea como lógico culpar a la niña o a su madre por lo que les hizo un desalmado -no es una palabra desas literarias, es que no se tiene alma, corazón, humanidad cuando se comete un salvajismo tan atroz-
lo que se puede cambiar nos tomará un mundo, más de una generación, más allá de partidos nuevos y viejos; nos tomará lo que nos tenga que tomar, pero cambiará, es lo único que podemos hacer por esa niña de trece años innombrable que ha muerto y seguirá muriendo como la gente que nombraba Pietri, este es otro obituario puertorriqueño, pero no me conformo con esa sentencia, soy una demente esperanzada, llegará un momento en que como el poema de Vallejo, ella se echará a andar
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